Estimados lectores pronto esta historia inconclusa tendrá su final. Hemos tenido tiempo para volver a tener pesadillas Los esperamos para que conozcan el origen. OCULTO

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Ingreso A Nueva Babilonia ....


Después de casi un mes de viaje al lado de Diego hemos conseguido llegar a una pequeña aldea desde la cual se puede observar nueva Babilonia , estamos solo a 10 minutos de la ciudad pero al parecer hay mucho movimiento , según rumores de personas que están escapando de la ciudad tienen a Alguien dentro de sus instalaciones pero al parecer los Zombies , demonios y todo el bestiario de moda están tras esta persona (Sospecho que es Zero).

El camino ha sido largo y necesitamos recargar fuerzas para poder entrar sin ser vistos pero si las cosas siguen como hasta ahora las murallas no tardaran en caer y tendremos que luchar para abrirnos paso hasta donde sea que este la Persona esta (sino es Zero , tendra que saber algo sobre esta situacion...) y sino tendremos que infiltrarnos por via aerea hasta el centro de Logistica avanzada de Recursos no renovables (LARR) ahi tengo un contacto que gracias a Felicia esta de nuestro Lado.

Por Parte de Diego el esta mucho mejor de la ultima vez que tuvo su recaída y acabo el solo con un ejercito de Zombies , al parecer la vacuna que le fue inyectada detuvo la Necrosis de su sistema nervioso al parecer sus sentidos olfativo y auditivo se han maximizado, ademas de que cuando entra en estado de 'locura' es prácticamente imparable ( la ultima vez tuve que aplicarle casi todo el somnífero que tenia para detenerle , aun así estuvo a punto de herirme de gravedad) Segun la Dra Felicia el virus esta empezando a mutar de una nueva manera en su cuerpo , y que es completamente impredecible como terminara en evolucion o en destruccion.

De mi parte : la lectura de este diario me orienta hacia una nueva direccion , esta en muchos pasajes de este diario todos se dirigen hacia TUNGUSKA.
Antes de dirigirme hacia alla debo saber si es realmente Zero quien esta apresado en Nueva Babilonia y no otra persona.

Si todo sale bien esta noche nos infiltraremos en Nueva Babilonia con Ayuda de Kirin (Agente de LARR)

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Un mes despues...


he seguido en la búsqueda de respuestas en el diario de Zero, sin embargo las pistas son muchas y muy vagas no hay nada que me pueda indicar donde esta el... y si se fue por que diablos no dejo una pista de a donde se dirigía... o tal vez simplemente todo esto es un engaño y Zero ha muerto... esto no tiene nada de sentido... ninguna comunicación.. recuerdos recortados...y mucho misterio...



por otra parte Diego se ha recuperado satisfactoriamente, pero antes de preparar todo para ir al siguiente centro de evacuación la Dra. Felicia me llama a un lado.

DRA: Ian , asi que ya te vas..?
I: pues si , tengo que seguir en la búsqueda ... ya sabes que es muy importante..
DRA: si , lo se pero por que no dejas a tu hermano a mi cuidado? tengo que ver como evoluciona la cura en su metabolismo , no estamos seguros si sus células se han regenerado o si solo hemos bloqueado la parte que....
I: lo se , lo se ... pero trata de convencerlo tu.. yo he intentado convencerlo pero el cree que si se queda acá los pone en peligro ademas el también quiere ir en busca de Zero.. es un cabeza dura..
DRA:Salio a tu padre verdad?
I: ya lo ceo que si...
DRA:ten esta nota te facilitara el acceso al centro de evacuacion...
I: Bueno Mi Amor volvere por ti.. te lo juro
DRA:Ten cuidado , nueva Babilonia no es lo que hemos oído hay demasiados "Kisslings"
I : eso no me asusta ..me asusta mas el hecho de que Diego empeore y tenga que hacerme cargo...

Esta Noche salimos hacia Nueva Babilonia , un centro con muchos mas refugiados con Mi Hermano y un poco mas Armados...

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LA SENDA OSCURA

... Hoy hay luna llena, es mi oportunidad para escapar o quedarme a morir en esta prisión... aprovechando el descuido de los guardias he logrado ocultar mi diario en un hueco detras de una loza de la pared de mi celda, se encuentra dentro de una vasija ke logre kedarme cuando me dieron de comer, solo espero que aquel joven ke me busca logre encontrarlo, ahora devo irme...


Es extraño esta noche parece que no hay nadie, todo esta en un extraño silencio, muy intenso, casi puedo oir los latidos en mi pecho. ¡Por fin! logre abrir la puerta de mi celda... algo no anda bien el lugar esta vacío, todas la luces estan apagadas, lo unico que puedo hacer es seguir avanzando hasta encontrar la salida... pero hay algo, parece que el pizo esta mojado, la luz de la luna atraviesa una de las rendijas de las ventanas, logro distinguir algo pero... si es ¡sangre! todo el lugar esta innundado de ella, hay personas mutiladas y sus entrañas regadas en el piso, esto es una carniceria, no logro imaginar que o quien pudo hacer tal atrocidad, lo único que me provoco en ese entonces fue reafirmar mi decisión de salir de ese lugar. Entonces logro oir un quejido, mas parecia un animal agonizante, es un enfermero que aún esta vivo, no puedo ayudarlo lo unico que puedo hacer es verlo morir lentamente, mientras que este enfermero en un esfuerzo vano trata con sus manos de devolver sus intestinos dentro de su estomago que esta abierto totalmente de lado a lado.


En un momento de su agonia trato de preguntarle al enfermero que es lo que sucedio, entonces solo lo oigo valbucear: "todo salio mal, no pudimos controlar el experimento... fuen en vano... el demonio es muy fuerte... devoro a todos, se los llevó al sotano... se los llevo al infierno...". Pobre tipo, no resistió, murio de una forma terrible, cerca de él hay algo que brilla, es una llave, dice "Entrada Principal", perfecto al fin saldré de este lugar, aunque aún me salta la duda sobre aquello que liberaron en el sotano, pero ya no improta solo quiero irme de este sitio.


Al abrir la puerta de salida con la llave del enfermero sentí un gran alivio pero solo duró unos segundo, pues a mis espaldas oí un gran rugido que me aturdió y me hizo caer al suelo, luego escuche una voz que salia del interior de quel edificio: "no puedes escapar, tu trajiste la ruina a este mundo, por ti todos moriran", entonces solo sentí un dolor de cabeza tan agudo que pensé que moriria en ese momento, no pude soportarlo, solo vi unas sombras acercandose, luego todo se oscureció...

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Primeros Reportes Mundiales

Como les conté ayer tuve que acompañar a algunos supervivientes del Centro de evacuación para buscar alimentos y supervivientes , esta tarea la realizamos de día ya que nuestros sentidos están al 100 %, todo salio bien.. solo un par de molestias que no esperábamos que fueron eliminadas..

al llegar al centro de evacuación el Black Cat, había un revuelo inusual todos corrían al salón de reuniones...lo primero que hice fui a ver a mi hermano y pude ver con nostalgia que estaba mejor ya no sudaba y parecía tener sueños agradables.... Cuando de pronto la Dra. Felicia me tomo de la muñeca y me dijo : "tienes que ver esto.."



al llegar a la salón todos los lideres estaban excitados(en el buen sentido de la palabra..)
habían conseguido un informante una persona que había logrado escapar ... esta es su entrevista..
(disculpen pero si lo recorto pierde el sentido así que va tal y como sucedió)

[Jurgen Warmbrunn en cierto momento de la conversación admite abiertamente que podría ser “un espía.”]

La mayoría de la gente no admite que algo puede pasar sino hasta después de que ha pasado. Eso no es estupidez ni debilidad, es sólo la naturaleza humana. No culpo a nadie por no creer. Y no me considero mejor ni más listo que ellos. Supongo que todo se reduce a un simple accidente de nacimiento. Sucede que yo nací dentro de una sociedad que vive con un constante temor a extinguirse. Es parte de nuestra naturaleza, parte de nuestro estado mental, y hemos aprendido a través de muchos errores y ensayos a estar siempre en guardia.

El primer aviso que tuve de La Peste fue a través de nuestros amigos y clientes en Taiwán. Llamaron a quejarse de nuestro nuevo software de decodificación de mensajes. Aparentemente había presentado fallas al descifrar unos e-mails de sus fuentes en la República Popular, o al menos los había descifrado tan mal, que el mensaje resultaba incomprensible. Sospeché que el problema no debía estar en el software, sino en los mensajes como tal. Los rojos del continente… supongo que ya no los llamaban rojos… ¿pero qué espera de un viejo como yo? Los rojos tenían la mala costumbre de usar muchos tipos diferentes de computadores, de distintos países y generaciones.

Antes de sugerirle esa solución a Taipei, pensé que sería una buena idea revisar yo mismo los mensajes. Me sorprendió ver que los caracteres estaban claramente decodificados. Pero el texto… tenía que ver con algún tipo de virus que primero eliminaba a la víctima, y luego reanimaba el cadáver como algún tipo de animal furioso y homicida. Por supuesto, no creí que eso fuese literal, especialmente porque unas pocas semanas después, estalló una crisis en el área de Taiwán y todos los mensajes sobre cadáveres reanimados dejaron de llegar. Sospeché que había una segunda capa de encriptación, un código dentro de otro código. Era un procedimiento normal, que se remontaba incluso a los primeros días de la comunicación humana. Por supuesto que los rojos no podían estar hablando de cadáveres reales. Tenía que ser algún sistema nuevo de armas, o un plan de guerra ultra secreto. Dejé el asunto ahí, y traté de olvidarme de él. Sin embargo, como uno de sus grandes héroes nacionales solía decir: “Mi sentido arácnido me alertaba.”

Poco tiempo después, durante la recepción de la boda de mi hija, me encontré hablando con uno de los profesores de mi yerno en la Universidad Hebrea. El tipo era un hablador, y había bebido más de la cuenta. Me dijo que un primo suyo había estado haciendo algún trabajo en Sudáfrica, y le había contado algunas historias sobre gólems. ¿Usted conoce la historia del Gólem? Esa vieja leyenda de un rabino que le dió vida a una estatua inanimada. Mary Shelley se robó esa idea para su libro Frankenstein. Al principio no le dije nada, sólo escuché. El tipo siguió hablando acerca de unos gólems que no estaban hechos de arcilla, ni eran dóciles y obedientes. Tan pronto como mencionó que eran cadáveres reanimados, le pedí su número. Resultó que su primo había estado en Ciudad del Cabo en una de esas “excursiones extremas,” creo que era buceo alimentando tiburones…

[Hace un gesto girando los ojos.]

Al parecer, un tiburón le había arrancado un bocado justo del trasero, y por eso se encontraba internado en el Hospital Groote Schuur cuando llegaron las primeras víctimas del poblado de Kayelitsha. Él no vio ninguno de esos casos en persona, pero los empleados le contaron suficientes historias como para llenar mi viejo dictáfono. Luego presenté su relato, junto con los e-mails chinos descifrados, a mis superiores.

Fue en ese momento que me vi beneficiado por las particulares circunstancias de nuestra precaria seguridad. Antes, en octubre de 1973, cuando los ataques coordinados de los árabes nos hicieron retroceder casi hasta el Mediterráneo, habíamos tenido todos los informes de inteligencia a nuestra disposición, todas las señales de alerta, y simplemente habíamos dejado “caer la bola.” Nunca creímos en la posibilidad de un ataque total, coordinado y convencional por parte de varias naciones, y mucho menos durante nuestros días de fiesta más sagrados. Llámelo como quiera, ingenuidad, rigidez, o una imperdonable mentalidad de manada. Imagínese un grupo de gente mirando un mensaje escrito en una pared, y todos felicitándose por haber logrado leer el mensaje correctamente; pero que detrás de ellos hay un espejo, y sólo en el reflejo se puede ver el mensaje verdadero. Nadie está mirando al espejo, porque ninguno cree que es necesario. Bueno, después de que los árabes casi lograron terminar lo que Hitler había empezado, nos dimos cuenta de que no sólo era necesario mirar al espejo, sino que eso debía formar parte de nuestra política nacional. Desde 1973 en adelante, si nueve analistas de inteligencia llegaban a la misma conclusión, era obligación del décimo llevarles la contraria. Sin importar qué tan remota o absurda pudiese ser una conclusión, uno siempre debía investigar más a fondo. Si la planta nuclear de un país vecino podía ser usada para fabricar plutonio para armas, uno investigaba; si se corría el rumor de que algún dictador estaba construyendo un cañón tan grande que podía disparar cápsulas de ántrax a través de países enteros, uno investigaba; y si existía la más mínima posibilidad de que los muertos estuviesen siendo reanimados como máquinas asesinas sin control, uno investigaba e investigaba hasta dar con la absoluta verdad.

Y eso fue lo que hice, investigué. Al principio no fue fácil. Con China fuera del juego… la crisis en Taiwán había cortado cualquier fuente de inteligencia… me quedaron muy pocos lugares para conseguir información. La mayoría era basura, especialmente la de Internet; zombies del espacio y el Área 51… Después de un tiempo comencé a conseguir datos más útiles: casos de “rabia” similares a los de Ciudad del Cabo… el nombre de “rabia africana” se lo pusieron luego. Descubrí las evaluaciones psicológicas de de una tropa de soldados canadienses que habían regresado poco antes desde Kirguiztán. Encontré un artículo en el blog de una enfermera brasileña, en el que les contaba a sus amigos sobre el asesinato de un cardiólogo.

La mayor parte de mi información salió de la Organización Mundial de la Salud. Las Naciones Unidas son una obra maestra de la burocracia, con miles de fragmentos de información valiosa, enterrados bajo montañas de reportes que nadie lee. Encontré incidentes similares por todo el mundo, todos ellos descartados por medio de otras explicaciones más “posibles.” Todos esos casos me permitieron formar un único mosaico de esa nueva amenaza. Los sujetos en cuestión estaban muertos de verdad, eran hostiles, y se estaban esparciendo sin lugar a dudas. También hice un descubrimiento muy esperanzador: cómo eliminarlos.

Destruir el cerebro.

[Se ríe.] Hablamos de eso hoy en día como si fuera cosa de magia, como el agua bendita o una bala de plata, ¿Pero por qué no sería lógico pensar que destruir el cerebro acabaría con esas criaturas? ¿Acaso no es la mejor manera de eliminarnos a nosotros?

¿Los seres humanos?

[Asiente.] ¿No es eso todo lo que somos? Un cerebro que es mantenido con vida por una compleja y vulnerable máquina llamada cuerpo. El cerebro no puede seguir vivo si parte de la máquina es destruida, o por lo menos privada de algunos elementos básicos como comida y oxígeno. Esa es la única diferencia considerable entre nosotros y “los muertos vivientes.” Sus cerebros no necesitan de todo ese sistema de soporte para vivir, así que es necesario atacar el órgano directamente. [Su mano derecha, imitando una pistola, se levanta y apunta hacia su sien.] ¡Una solución muy simple, pero sólo si se conoce el problema! Debido a la velocidad con la que se estaba propagando la plaga, pensé que sería prudente verificar mis datos con los círculos de inteligencia extranjeros.

Paul Knight había sido mi amigo por muchos años, desde que trabajamos juntos en Entebbe. La idea de usar una copia del Mercedes negro de Amín fue suya. Paul había dejado de trabajar para el gobierno desde las “reformas” de su agencia, y se había ido a trabajar con una firma privada de consultoría en Bethesda, Maryland. Cuando llegué hasta su casa, me sorprendió ver que no sólo había estado trabajando en el mismo asunto que yo, en su tiempo libre, claro, sino también que su archivo era tan grueso y pesado como el mío. Nos pasamos toda una noche leyendo cada uno los descubrimientos del otro. Ninguno de los dos habló. No creo que ninguno fuese consciente de la presencia del otro, o del mundo a nuestro alrededor, excepto por las palabras que teníamos frente a nuestros ojos. Terminamos de leer casi al mismo tiempo, justo cuando el cielo comenzaba a aclarar por el oriente.

Paul pasó la última página, luego me miró y dijo muy convencido: “¿Esto se ve mal, eh?” Asentí, él también, y luego dijo, “¿Entonces qué vamos a hacer al respecto?”
la respuesta es obvia "huir"

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